Se acaba agosto y me doy cuenta de que no he escrito nada este mes en el blog. Pues ahí va: un alegato contra los trolls que en los últimos tiempos han venido a joder vía comentarios. Ha llegado, pues, la hora de poner coto a esta lacra. ¿Cómo? Pues, de momento, los trolls que vinieron a comentar un artículo que escribí el pasado mes de abril (y que he tenido que proteger con contraseña para evitar males mayores) han sido fulminantemente baneados.