40 años del 12-1 a Malta

El 21 de diciembre tuvo lugar uno de los hitos más memorables de la historia de la selección española de fútbol, una goleada histórica, 12-1 a Malta. Era la fase de clasificación para la Eurocopa de 1984, sólo se clasificaban 8 equipos, contando al anfitrión, que tenía la plaza asegurada de antemano. Así, la fase de clasificación consistió en 7 grupos de los que sólo el campeón lograba billete a la cita que se iba a disputar en Francia. España cayó en un grupo con Holanda, Irlanda, Islandia y Malta.

Cuatro días antes, Holanda había vencido 5-0 a la débil selección maltesa, dejando a España con la obligación de vencer por 11 goles a Malta si quería ir a la Eurocopa. Los holandeses pensaban que todo estaba hecho, pues la mayor goleada que había encajado Malta en esa fase de clasificación había sido un 8-0 contra Irlanda. Todo dependía del encuentro que se tenía que jugar en el estadio Benito Villamarín de Sevilla.

No empezó bien el partido. España se adelantó en el minuto 16 con un gol de Santillana, pero en el 24 Degiorgio empataba para Malta. Dos goles más de Santillana, en los minutos 26 y 29 ponían el 3-1 con el que se llegó al descanso. No era un marcador muy esperanzador, pues había que hacer 9 goles en 45 minutos, algo nada fácil, ni siquiera ante la débil selección de Malta.

Tras la reanudación, España amplió su ventaja hasta el 5-1 con dos goles de Poli Rincón en los minutos 47 y 57. Tres goles seguidos, en los minutos 62, 63 y 64, los dos primeros de Antonio Maceda y el tercero de Poli Rincón, ponían un esperanzador 8-1 en el marcador. La gesta era posible. En el minuto 76, Santillana anotaba el 9-1, en el 78, Poli Rincón el 10-1 y, en el 80, Manu Sarabia el 11-1. Quedaban 10 minutos y sólo faltaba un gol… y en el minuto 84 llegaba el delirio. Juan Señor marcó el duodécimo tanto de España, consumando la gesta, con gallo incluido de José Ángel de la Casa, eterno narrador de TVE.

España lo había conseguido, iba a estar en la Eurocopa, mientras los holandeses, que ya se habían perdido el Mundial de 1982, la tendrían que ver por televisión. Para una España acostumbrada a la decepción continua en grandes torneos, esta gesta fue muy valorada en su momento. No ganaríamos el Mundial hasta 2010… otra vez con los holandeses como víctima. Las generaciones que empezamos a ver el fútbol mucho antes del mágico ciclo 2008-2012 en el que encadenamos Eurocopa-Mundial-Eurocopa nos agarrábamos a lo que fuera mientras veíamos cómo los éxitos que cosechaban selecciones como Italia y Alemania no parecían estar a nuestro alcance.

Cuatro décadas después, los holandeses siguen pensando que fue tongo, algo que jamás pudo probarse. La selección maltesa achacó el chapucero calendario, en el que tenía que jugar dos partidos fuera de casa en cuatro días, que, además, eran los únicos que quedaban para concluir el grupo. Eso de que los partidos de la última jornada se jugaran de forma simultánea, aún no se llevaba.

Sin embargo, este 12-1 no fue la mayor goleada conseguida por España en su historia, sino que fue un 13-0 a Bulgaria en un amistoso en 1933 que, obviamente, tuvo mucha menos trascendencia. Eran otros tiempos y el fútbol estaba en desarrollo en muchos países y no todos iban al mismo ritmo.

En la Eurocopa disputada en Francia el verano siguiente, España llegó a la final, perdiendo 2-0 frente a los anfitriones, que lograban así su primer gran torneo de selecciones, 14 años antes de volver a ganar como locales, esta vez la Copa del Mundo. Francia era por aquel momento una de las mejores selecciones del mundo, habiendo sido cuarta en el Mundial de 1982, que luego mejoraría con un tercer puesto en 1986.

Por si alguien no lo vio en su día o no se acuerda (como es mi caso, que sólo tenía un año) o simplemente quiere revivir un momento histórico para nuestro fútbol, ahí dejo la retransmisión completa de TVE que he encontrado en YouTube:

Un comentario en “40 años del 12-1 a Malta”

  1. Aunque no ha habido nada como el éxtasis del minuto 116, el gol de Señor fue uno de esos momentos épicos del fútbol español en los que te das abrazos con gente que no conoces y te acuestas pensando que somos un gran país.

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