40 años del 12-1 a Malta

Rubiales, un producto de marca PSOE

En estos últimos días Luis Rubiales, presidente hasta hace unos días de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha estado en el centro de la diana de prácticamente todos. Un beso completamente fuera de lugar a Jenni Hermoso en la ceremonia de entrega de trofeos lo ha convertido en el enemigo público número uno de toda la izquierda y el feminazismo. No fue la única actitud fuera de lugar en contextos protocolarios, pues también abrazó a la reina de España como si fueran colegas de toda la vida (soy republicano, pero quien dice la reina, dice un presidente o un ministro… ese colegueo está completamente fuera de lugar) y hasta se agarró los huevos en el palco de autoridades. En resumen, se trata de actitudes totalmente indecorosas que ya de por sí lo convierten en un impresentable que no puede ejercer la representación institucional del fútbol español. Luego, las feminazis ya se encargaron de emponzoñar el asunto y llevarlo a su terreno cuando la propia Jenni Hermoso no dio importancia al beso y, aunque afirmó que no le gustó, lo consideró como algo anecdótico propio del ambiente festivo de euforia tras haber ganado el mundial femenino… por mucho que ahora se haya subido al carro de las feminazis y diga que se sintió agredida… por los vídeos de la celebración, posteriores al beso, sus reacciones no se parecían en nada a las propias de una reciente víctima de agresión sexual. Los cambios de versión según iban pasando los días son, cuanto menos, sospechosos.

Impresiones de un mundial atípico

Estábamos siempre acostumbrados a un mundial en junio-julio, cuando el calor más sofocante azota a las naciones de las latitudes medias del Hemisferio Norte. Pero este año ha sido distinto. Allá por 2010, esa FIFA corrupta por un tal Joseph Blatter decidió otorgar la organización de la Copa del Mundo del año 2022 (el que ya toca a su fin) a un pequeño emirato en un apéndice de la Península Arábiga, un país conocido como Qatar. Se sospechaba que un país con una superficie similar a la media de una provincia española no podía organizar una Copa del Mundo… y menos con 32 selecciones.

El mundial de la vergüenza

Nos encontramos en unas fechas atípicas para la celebración de una Copa del Mundo de fútbol. Habituados a ver este acontecimiento en los meses de junio y julio, cuando las principales ligas acaban de terminar sus temporadas, a los aficionados se nos hace raro ver un mundial en noviembre y diciembre, lo que causa una grave disrupción en el calendario de competición, especialmente en Europa.

Fin de semana de éxitos deportivos

Quien me conozca ya sabe cuáles son mis colores, cuáles son mis equipos y sabe que este último fin de semana he estado de celebración por partida doble. El sábado, el Real Madrid alzaba su 14ª Copa de Europa, afianzándose como rey de Europa y dejando atrás a otros contendientes como el Milan, con 7 títulos, y el Liverpool y el Bayern de Múnich, con 6 títulos cada uno. El domingo, aun no dependiendo de sí mismo para lograrlo, el Real Valladolid ascendía a Primera División, volvía a su sitio, a la élite del fútbol español tan sólo un año después del último descenso. Con 24 horas de diferencia, he celebrado una Champions y un ascenso… probablemente inmejorable.

En memoria de Michael Robinson (1958-2020)

Estaba preparando otro artículo, más propio con los tiempos de cuarentena que vivimos, pero esta mañana me he despertado con la triste noticia del fallecimiento de Michael Robinson, exfutbolista inglés afincado en España, que desarrolló en nuestro país una larga carrera como comentarista tras su retirada en 1989 en el Club Atlético Osasuna y fue la cara del videojuego patrio más popular: el PC Fútbol. Michael ya llevaba un tiempo batallando contra el cáncer de piel y definitivamente ha perdido la batalla, sumiendo al mundo del fútbol en un profundo luto que se añade al que ya teníamos por todas las muertes que está causando el coronavirus.