En los últimos días se ha destapado una trama de contratos públicos de adquisición de mascarillas por parte de diversas administraciones del Estado durante la pandemia de COVID-19, cuyo presunto cerebro es Koldo García Izaguirre, antiguo chófer y asistente del socialista José Luis Ábalos, que fue ministro de fomento/transportes entre 2018 y 2021. Sin embargo, el caso salpica también al ex-ministro de sanidad Salvador Illa, a la ex-presidenta de Baleares y actual presidenta del Congreso de los Diputados Francina Armengol y, probablemente, al mismísimo Pedro Antonio Sánchez. Ahora podemos entender por qué en España se alargó de forma tan excesiva y surrealista la obligatoriedad del bozal en ámbitos en los que en el resto de Europa hacía tiempo que se había eliminado para siempre.