Hoy hace un año de unas elecciones que, aun circunscritas únicamente a Andalucía, cambiaron el curso de la política española para siempre. Contra los pronósticos de los analistas, de los medios del establishment, de los partidos que ya estaban entonces en las instituciones, VOX obtuvo 12 de los 109 escaños del Parlamento de Andalucía. A más de uno le pilló con el pie cambiado, muchos no sabían dónde meterse, otros llamaron a la violencia y a los cordones sanitarios, pero no eran conscientes de que VOX había llegado para quedarse… o simplemente eran incapaces de asumirlo. Muchos medios progres hablaban de que se había roto la «excepción española», pues nuestro país era uno de los pocos en Europa donde ningún partido de los que erróneamente se catalogan como «extrema derecha» no había obtenido representación relevante. Además, este resultado permitió la formación de una mayoría alternativa para al fin desalojar al PSOE de la Junta de Andalucía, tras casi cuatro décadas de lo que ya era un régimen.
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